Propone que toda la franja de terreno comprendida entre Peñacastilllo y las estaciones y ocupada por las instalaciones ferroviarias, pase a ser un extenso corredor verde con ambientación de parque urbano naturalizado.
Cuando hace 3 décadas ARCA propuso la vaguada de Las Llamas como gran corredor verde, ya entonces hubo expertos urbanistas que plantearon la necesidad de priorizar el espacio ferroviario en el centro, como la futura e irrepetible oportunidad de conseguir otro corredor verde al que Santander no podía renunciar.
Este corredor comprendería desde Peñacastillo y el parque de La Remonta hasta las actuales estaciones, aportando un enorme beneficio vital a los vecinos de Castilla-Hermida y a todos los santanderinos. Una oportunidad única para acercar el diseño urbano de Santander a los parámetros de otras ciudades europeas y españolas, de orientación urbanística más moderna y democrática, en las que se priorizan las condiciones ambientales y los intereses sociales de la gran mayoría de la población, y la prevalencia de los espacios libres públicos.
La actual propuesta de Iñigo de la Serna, va a taponar el espacio de las estaciones, construyendo un centro comercial, un hotel, y muy posiblemente otras ocurrencias que inevitablemente irán surgiendo. Resulta ilógico, que en el distrito más densamente construido, con menos espacios libres y en pleno centro de la ciudad, como es Castilla-Hermida, la política que se pretenda aplicar sea precisamente construir aún más edificios.
La propuesta del ministerio carece de la más elemental visión urbanística, y en ella no se ha priorizado el interés general de la ciudad y de los vecinos de la zona. Es una propuesta hecha con visión cortoplacista y nada ambiciosa que no está a la altura de lo que Santander necesita, por carecer de la visión global y a largo plazo, de lo que la ciudad ha de priorizar en ese espacio que ofrece posibilidades únicas, históricas e irrepetibles para una adecuada ordenación urbana de Santander.
Con un espacio tan singular, estratégico y extenso, no es admisible andar improvisando soluciones fragmentadas sin contemplar el uso de todo el territorio que se liberaría entre Peñacastillo y las estaciones. Hay que establecer primero la vocación global y la finalidad integral de toda la extensa franja de suelo a liberar: desde Cajo y La Remonta hasta las estaciones, en lugar de ir actuando por partes y troceando la zona con iniciativas que pueden resultar frontalmente contrarias al interés de la población y la ciudad, e inconexas entre sí.
Por ello ARCA propone que toda la franja de terreno comprendida entre Peñacastilllo y las estaciones y ocupada por las instalaciones ferroviarias que se puedan liberar, pase a ser un extenso corredor verde con ambientación de parque urbano naturalizado, en la que puntualmente pueda ubicarse algún equipamiento social que esté justificado. Igualmente ARCA solicita a la corporación municipal santanderina que trabaje para conseguir este gran corredor verde, y que priorice el interés más conveniente a largo plazo para la ciudad y sus habitantes